Nació en Princeton (Nueva Jersey, EE.UU.), hijo mayor de Charles Hodge (v.). Estudió en la Universidad de Princeton así como en el seminario de la misma. Se cuenta que él fue uno del grupo de estudiantes que podía reproducir verbalmente y de memoria las lecciones de teología sistemática de su padre. Tan buen estudiante se graduó en 1846 y recibió la licencia para predicar el Evangelio ese mismo año. Su interés primario era dar a conocer el nombre de Cristo donde nunca antes hubiera sido predicado. Es por ello que, después de contraer matrimonio con Elizabeth Holliday en 1847, se ofreció como misionero a la Junta Presbiteriana de Misiones Extranjeras. El joven matrimonio fue asignado a la India. Allí estaría tres años, concretamente en Allahabad. Dos hijos les nacieron en aquel tiempo. A.A. Hodge disfrutaba de su trabajo, pero serios problemas de salud le obligaron a regresar a América en 1850. Sin embargo, siempre mantuvo encendida la llama del ideal misionero en su corazón y desde su país natal hizo todo lo posible por potenciar la obra misionera.
Desde su retorno de la India pasó catorce años como pastor en diversos estados: Maryland (1851-55), Virginia (1855-61) y Pennsylvania (1861-64), donde, según parece, fue amado por todos. El resultado de sus sermones fue la publicación de un libro titulado Outlines of Theology (Bos-quejos de teología), que hicieron de él un reputado escritor y maestro.
En 1864 fue nombrado profesor de teología sistemática en el Western Theological Seminary de Allegheny (Pennsylvania), donde permaneció trece años.
Charles Hodge, sintiendo disminuidas sus fuerzas por la vejez, recurrió a su hijo para que viniese a Princeton como profesor adjunto de teología. Lo cual así vino a ser en 1877, un año antes de su muerte.
Al igual que su padre, A.A. Hodge era un cristiano que combinaba lo mejor de la erudición con la más pura de las espiritualidades. En realidad la teología princetoniana era heredera natural de los grandes avivamientos americanos, como los de Edwards y Whitefield, que habían colocado la importancia de la conversión en el centro de la experiencia religiosa.
Firme en su creencia de la suprema autoridad de la Biblia A.A. Hodge evitó con cuidado la intrusión filosófica en la teología. Sin embargo, y quizá por ello, fue, por temperamente y hábito, un teólogo filosófico, en el sentido que puede serlo un creyente reformado. La teología era para él una visión, un sistema revelado del mundo. Hodge vio en el calvinismo una visión mundial, la única, que al buscar dar gloria a Dios en todas las areas de la vida es suficientemente amplia como para ofrecer una base bíblica para la familia, la ley, la educación y la economía.
Francis L. Patton (v.) dijo: “A.A.Hodge fue uno de los teólogos más grandes del mundo. Su teología fue la de Pablo y Agustín, de Anselmo y Calvino, de Turrentin y Cunningham, y, cómo no, la de su propio padre, pero excediéndole en conocimiento histórico.”
La carrera del Dr. A.A. Hodge en el Seminario de Princeton iba a ser corta, al quedar truncada como quedó, por su repentina muerte acaecida el 12 de noviembre de 1886, a la edad de 63 años. Nueve años escasos había pasado en Princeton como profesor. Póstumamente se publicó su Evangelical Theology, donde revela sus dotes de lo que el Dr. Shedd calificó de "popularizador de la teología científica".
Fue miembro de la Asociación Reforma Nacional, convencido de que la soberanía de Dios requiere de los creyentes que todos los aspectos sociales del creyente se conformen a las leyes justas de Dios. Como postmilenialista creía que la fe tenía que jugar un papel muy importante en la vida de la nación.
Desde su retorno de la India pasó catorce años como pastor en diversos estados: Maryland (1851-55), Virginia (1855-61) y Pennsylvania (1861-64), donde, según parece, fue amado por todos. El resultado de sus sermones fue la publicación de un libro titulado Outlines of Theology (Bos-quejos de teología), que hicieron de él un reputado escritor y maestro.
En 1864 fue nombrado profesor de teología sistemática en el Western Theological Seminary de Allegheny (Pennsylvania), donde permaneció trece años.
Charles Hodge, sintiendo disminuidas sus fuerzas por la vejez, recurrió a su hijo para que viniese a Princeton como profesor adjunto de teología. Lo cual así vino a ser en 1877, un año antes de su muerte.
Al igual que su padre, A.A. Hodge era un cristiano que combinaba lo mejor de la erudición con la más pura de las espiritualidades. En realidad la teología princetoniana era heredera natural de los grandes avivamientos americanos, como los de Edwards y Whitefield, que habían colocado la importancia de la conversión en el centro de la experiencia religiosa.
Firme en su creencia de la suprema autoridad de la Biblia A.A. Hodge evitó con cuidado la intrusión filosófica en la teología. Sin embargo, y quizá por ello, fue, por temperamente y hábito, un teólogo filosófico, en el sentido que puede serlo un creyente reformado. La teología era para él una visión, un sistema revelado del mundo. Hodge vio en el calvinismo una visión mundial, la única, que al buscar dar gloria a Dios en todas las areas de la vida es suficientemente amplia como para ofrecer una base bíblica para la familia, la ley, la educación y la economía.
Francis L. Patton (v.) dijo: “A.A.Hodge fue uno de los teólogos más grandes del mundo. Su teología fue la de Pablo y Agustín, de Anselmo y Calvino, de Turrentin y Cunningham, y, cómo no, la de su propio padre, pero excediéndole en conocimiento histórico.”
La carrera del Dr. A.A. Hodge en el Seminario de Princeton iba a ser corta, al quedar truncada como quedó, por su repentina muerte acaecida el 12 de noviembre de 1886, a la edad de 63 años. Nueve años escasos había pasado en Princeton como profesor. Póstumamente se publicó su Evangelical Theology, donde revela sus dotes de lo que el Dr. Shedd calificó de "popularizador de la teología científica".
Fue miembro de la Asociación Reforma Nacional, convencido de que la soberanía de Dios requiere de los creyentes que todos los aspectos sociales del creyente se conformen a las leyes justas de Dios. Como postmilenialista creía que la fe tenía que jugar un papel muy importante en la vida de la nación.
Fuente: inp-biografias.blogspot.com
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